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• El S&P 500 subió 9.5% el miércoles —su mayor ganancia diaria desde 2008— tras el anuncio del presidente de EE. UU., Donald Trump, de una suspensión de 90 días en los aranceles recíprocos para países que hasta ahora habían evitado medidas de represalia.
• La declaración renovó las esperanzas de evitar una guerra comercial global. No obstante, el presidente centró su atención en China, el mayor exportador hacia EE. UU., y aumentó los aranceles sobre sus productos hasta 125%, frente al 104% al inicio del día.��
• La Casa Blanca también confirmó que el arancel base de 10% sobre las importaciones de la mayoría de los demás países permanecerá vigente durante el periodo de 90 días. Esta medida se suma a la orden ejecutiva del martes, que triplicó los aranceles sobre pedidos pequeños procedentes de China (valorados en menos de 800 USD) de 30% a 90%, con entrada en vigor a partir del 2 de mayo. Se estima que esta medida afecta entre 40,000 y 45,000 millones de USD al año en importaciones, principalmente en el comercio electrónico.

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• El cambio en la política de EE. UU. se produjo tras nuevas señales de escalada, luego de que China y la Unión Europea anunciaran aumentos arancelarios sobre productos estadounidenses. El miércoles, Trump también reiteró que próximamente anunciará aranceles al sector farmacéutico, que hasta ahora había estado exento. Como resultado, las acciones del sector solo subieron un 2.8%, por debajo del promedio del mercado.��
• También se observaron señales de inestabilidad en el mercado de bonos de EE. UU. El rendimiento del bono del Tesoro a 10 años alcanzó 4.51%, tras haber caído a 3.87% el lunes, en un movimiento contrario al flujo habitual hacia activos refugio. Informes sobre ventas extranjeras, búsqueda de liquidez y deshace de operaciones apalancadas por hedge funds (“basis trades”) incrementaron la presión. Las condiciones mejoraron hacia el final del día, con el rendimiento retrocediendo a 4.3%, impulsado en parte por la fuerte demanda en las subastas.

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• Creemos que la volatilidad seguirá siendo elevada en las próximas semanas, mientras los inversionistas evalúan los cambios rápidos en los aranceles y sus implicaciones sobre el crecimiento económico, la inflación, la política monetaria y los mercados financieros. Nuestro escenario base (con una probabilidad del 50%) contempla aranceles más altos en el corto plazo, seguidos de reducciones graduales a medida que aumentan los desafíos políticos, empresariales y legales, que los socios comerciales ofrezcan concesiones, y/o que disminuya el apoyo popular al gobierno de Trump.
• El anuncio del miércoles abre la puerta a posibles acuerdos de reducción arancelaria con diversos socios. Consideramos que este enfoque es consistente con una estrategia del gobierno estadounidense de “escalar para desescalar”. Al mismo tiempo, permanecemos atentos a una escalada mayor de lo esperado en las tensiones con China.��
• Aún no se han revelado todos los detalles de la nueva política comercial de EE. UU., y no es seguro que la suspensión se mantenga. Pese a la promesa de reducir el arancel recíproco al 10% para la mayoría de los países, una escalada entre EE. UU. y China podría afectar significativamente el comercio entre las dos economías más grandes del mundo. Actualmente, estimamos un arancel efectivo promedio de 27% en EE. UU. (comparado con 9% antes del 2 de abril). Excluyendo el comercio con China, la tasa es de 11%.

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• En nuestro escenario base, esperamos que la moderación arancelaria y los recortes de tasas por parte de la Fed sostengan la recuperación del S&P 500 hacia los 5,800 puntos a finales del año, a pesar de un crecimiento más lento en EE. UU. Proyectamos una caída en el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años hacia 4.0%.
• En un escenario optimista (20% de probabilidad), los mercados bursátiles continuarían recuperándose gracias a una resolución más permanente de las disputas comerciales, evitando una desaceleración económica significativa, con mayor optimismo sobre el impacto de la inteligencia artificial en las utilidades. En este escenario, el S&P 500 cerraría el año en torno a los 6,500 puntos.
• En un escenario pesimista (“aterrizaje forzoso”; 30% de probabilidad), la suspensión arancelaria no se mantendría y las represalias se intensificarían. La débil demanda provocaría una recesión severa en EE. UU. Niveles entre 3,500 y 4,500 para el S&P 500 serían coherentes con recesiones históricas. En este caso, proyectamos que el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años caiga a 2.5%.

• La recuperación de los mercados globales representa una oportunidad para que usted reevalúe sus estrategias, diversifique su portafolio y se prepare para lo que aún podría ser un segundo trimestre volátil, manteniendo el enfoque en las ganancias a largo plazo.
• Revise su plan. Las recientes oscilaciones resaltan la importancia de un enfoque que ayude a las familias a organizar su patrimonio de acuerdo con su propósito y horizonte temporal —utilizando los pilares Liquidez, Longevidad y Legado. Los inversionistas con una estrategia de Liquidez bien estructurada pueden enfrentar la volatilidad con mayor confianza y concentrarse en lo que está bajo su control.
• Gestione los riesgos políticos. La volatilidad implícita disminuyó considerablemente tras el anuncio de Trump, lo que hace más atractivas las estrategias con protección de capital. Sustituir exposiciones directas por este tipo de estrategias puede ser una forma eficaz de mitigar los riesgos asociados a posibles cambios arancelarios.La reciente caída en los precios del oro representa una oportunidad para obtener exposición a un activo que, en nuestra opinión, sigue siendo un importante diversificador, especialmente en escenarios adversos. Nuestra proyección para el oro en el escenario base es de 3,200 USD por onza.
• Busque ingresos estables. El alza reciente en los rendimientos de los bonos ofrece buenas perspectivas de retorno total y mayor diversificación para los portafolios. En el escenario pesimista, estimamos que el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años caería a 2.5%, lo que podría traducirse en ganancias de capital significativas. Los inversionistas con horizontes de largo plazo deben mantenerse atentos a la volatilidad relacionada con preocupaciones fiscales y el cierre de operaciones técnicas de��fondos de cobertura.

• Diversifique con fondos de cobertura. Los fondos de cobertura con estrategias como macro discrecional, neutral en renta variable, valor relativo selectivo o multiestrategia pueden ayudar a amortiguar pérdidas en momentos de alta volatilidad y beneficiarse de un entorno macroeconómico en constante cambio.
• Aproveche la volatilidad. Mantenemos nuestra confianza en el potencial a largo plazo de nuestro portafolio TRIO (Oportunidades en Innovaciones Transformacionales): Inteligencia Artificial, Longevidad y Recursos & Energía. Aunque algunas empresas relacionadas con estos temas han tenido caídas recientes, creemos que estas tendencias estructurales serán los principales impulsores del crecimiento en el largo plazo. Los inversionistas pueden reducir el riesgo asociado al momento de entrada escalonando sus aportes. Desde 1945, las estrategias que invierten gradualmente en un portafolio balanceado 60/40 (S&P 500 y bonos del Tesoro) a lo largo de 12 meses y mantienen la posición, han superado el retorno en efectivo (bonos a 3 meses) en aproximadamente 74% de los periodos de un año y en 83% de los periodos de tres años. Cuando se aplican en momentos en los que el S&P 500 está más de 10% por debajo de su pico, estas estrategias han superado al efectivo en ~82% de los periodos de un año y ~94% de los de tres años.
• Opere dentro de rangos en divisas. En el corto plazo, observamos oportunidades dentro de la volatilidad actual para operar en rangos definidos, como EURUSD (alrededor de 1.10), USDCHF (alrededor de 0.86) y GBPUSD (alrededor de 1.31). En el mediano plazo, anticipamos un debilitamiento más sostenido del dólar, especialmente si la Fed recorta las tasas más rápidamente en respuesta a la debilidad económica en EE. UU. Los inversionistas interesados en posicionarse para esta tendencia, mientras aprovechan la volatilidad de corto plazo, pueden considerar estrategias que vendan el riesgo de apreciación del dólar.

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